Más que miedo, lo que hay que tener es cautela y precaución, tomando las medidas necesarias para evitar los impagos.
Las últimas noticias sobre economía indican que el riesgo de impago ha crecido considerablemente. Concentrado en un primer momento en empresas del sector de la construcción y actividades relacionadas, ahora mismo afecta a todos los sectores, convirtiéndose en un problema generalizado.
Actualmente tenemos muchos clientes en esta situación, concretamente un autónomo, al que le estamos llevando estas gestiones de impagados, debido a la devolución de pagarés, problema acrecentado en empresas pequeñas. En este sentido tal y como hemos comentado con él, son más vulnerables que las grandes empresas porque no cuentan con los medios para estar bien informados sobre la solvencia de los clientes y los riesgos que corren.
Este autónomo ya sabia lo que era sufrir la devolución de efectos, no hace tanto puso en manos de nuestro dpto jurídico una demanda por unos pagarés no atendidos ‘por su amigo de toda la vida’ que como bien dice nuestro abogado cobrar se cobran, pero no a los 90 días como se había acordado y como se contaba para hacer frente a otros gastos, sino que dejamos en manos de nuestra querida justicia los ingresos de nuestra casa, que funcionar funciona pero va un poco lenta en lo que a juicios se refiere.
Siguiendo nuestro consejo ha conseguido evitar en lo máximo posible esta situación, ya que ahora ataja esta problemática realizando todas las consultas necesarias para conocer a los futuros clientes, con los que va a mantener relaciones comerciales, adelantándose a conocer quien puede pagar y quien no, de esta manera corre el mínimo riesgo en los negocios con pagos aplazados o a crédito.
En estas consultas facilitamos, análisis de riesgo y estudio de solvencia de las posibles empresas deudoras, incidencias que hayan registrado, concepto de la deuda, etc.
Una vez que detectamos una señal de alarma, debemos adoptar medidas, como reducir el límite de riesgo, vender sólo al contado, solicitar alguna garantía al cliente o iniciar una reclamación.
Ya no hay excusa para no tomar medidas que eviten los impagos….
Bárbara
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