Problemas Empresariales:
CÍRCULO GACELA SL

Los problemas a los que se enfrentan las PYMEs y las soluciones de CÍrculo Gacela

lunes, 16 de febrero de 2009

CERRADO POR CONCURSO DE ACREEDORES




Durante el 2008, 374 familias españolas pusieron el freno a su economía y se declararon en lo que antiguamente se denominaba "quiebra".
Según las diferentes estadísticas que tanto nos encanta hacer, el incremento de estas "quiebras" ha sido de un 289% con respecto al año 2007.


En cuanto a las empresas, 2528 se declararon en concurso de acreedores, un 197% más que el año anterior.

Las cifras eran tan llamativas que me pareció importante dedicar algo de tiempo a este respecto ya que muchos de los clientes que me preguntan por este asunto, tienen un concepto muy equivocado de lo que hoy llamamos “Concurso de acreedores”.

No es que en Círculo Gacela tengamos aprensión a este términos sino que somos conscientes de que en la mayoría de los casos que se nos plantean, esta no es una opción viable.
Empecemos por lo básico
¿Qué es?
Es una figura a la que se acogen las empresas cuando son o están a punto de ser insolventes. El concurso les permite congelar el pago de los créditos mientras un equipo externo evalúa si su “enfermedad” es terminal o si hay alguna vacuna. En realidad está pensado para permitir la continuidad de las empresas, a través de la venta ordenada de activos, por ejemplo, no para su cierre.
El concurso generalmente implica que la empresa sigue trabajando con relativa normalidad, aunque no pague sus deudas. Si no hay fondos para pagar a los trabajadores, por ejemplo, cobrarían del Fondo de Garantía Salarial hasta un máximo de lo que resulte de multiplicar el doble del salario mínimo diario, sin pagas extras, por el número de días pendientes, con un máximo de 120 días.

En cuanto a los bancos, la normativa del Banco de España les obliga a dotar de forma inmediata provisiones por, al menos, un 25% del crédito concedido a una empresa que declara el concurso. Ese dinero se resta directamente de los beneficios. De momento, dejarán de cobrar las cuotas de los créditos según venzan, aunque esperan cobrar buena parte en el futuro a medida que la promotora (por ejemplo) venda activos.
Los administradores concursales se encargan de identificar el patrimonio de la empresa, conservarlo en lo posible y comprobar que no existan anteriores irregularidades.
En resumen, se trata de un proceso lento en la mayoría de los casos, concebido para ayudar a las empresas a continuar su actividad pero también es un procedimiento costoso que requiere que cobren todos, (administradores concursales, auditores de cuentas, abogados, procuradores...) puesto que sino podrían renunciar al cargo y el concurso por lo tanto podría quedar sin efecto, con la consiguiente declaración de insolvencia sobrevenida de la empresa y pena de multa e inhabilitación a los administradores para ejercer el cargo, pena que también se puede imponer en caso de que el concurso sea instado por el propio administrador.

Normalmente no es recomendable este tipo de procesos si no hay suficiente patrimonio para hacer frente por lo menos a los gastos.


Por tanto insisto una vez más en la importancia de hacer bien las cosas, de no tirar la toalla, de las previsiones de todo tipo… porque esperar al último momento para tomar decisiones nos gusten o no, sólo puede llevarnos a hacerlo cuando ya es demasiado tarde.


Porque hasta para cerrar hay que hacer las cosas bien.

circulo gacela

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