Teoría aplicada del escándalo Madoff

El mayor escándalo financiero destapado hasta el momento, pone en entredicho el sistema financiero actual. Algo no se estaba haciendo bien, está claro. Madoff pasó de ser un hombre hecho a sí mismo, a convertirse en el mayor embaucador del sistema económico-financiero actual.
Y tú, ¿piensas seguir trabajando como hasta ahora?

Antonio, transportista prácticamente desde que tuvo el carnet de conducir, había confiado y delegado en otros cuando todo iba bien; un amigo le llevaba las cuentas, un conocido le gestionaba los clientes, le hacía las compras necesarias, le sustituía si él estaba cansado.. en resumen, él se limitaba a conducir, que ya bastante duro era, pero cuando todo fue mal, se dio cuenta de que al fin y al cabo, él era el único responsable de sus progresos, de sus derrotas, de sacar o no beneficios de su flota…

Hicimos un estudio exhaustivo de sus números y detectamos que cuando él no era el conductor habitual, las cifras no cuadraban: se hacían gastos excesivos de combustible, se abusaba de la tarjeta… Comprobamos que lo que a él tanto le costaba conseguir, a otros les costaba muy poco malgastarlo. Si hubiese llevado un mínimo control de sus gastos, podría haberlo detectado a tiempo. Afortunadamente, pudimos hacer un estudio económico-financiero y poner en orden, no sin mucho trabajo, sus cuentas. Desde entonces, aunque ha aprendido a delegar, también ha aprendido a que todo lo que concierne a su empresa ha de pasar por él.

En un momento en el que hasta los más ricos, los más altos cargos, los mayores expertos… caen, muchos empresarios se empeñan en mirar para otro lado y seguir trabajando igual, usando las mismas estrategias, los mismos sistemas de producción, promoción..
En Circulo Gacela no es la primera vez que subrayamos la importancia de pensar por uno mismo, de aprender, de delegar lo justo y necesario, porque independientemente de los errores que se hayan cometido en este último escándalo, lo cierto es que parte de la culpa reside en la despreocupación de los propios afectados que no velaron por sus intereses y por saber qué ocurría con sus inversiones.

Empápate de conocimientos, aprende nuevas formas de llegar al mercado, crece, no te rindas, lucha con corazón pero ante todo con cabeza y dosifica tus fuerzas. Será una lucha dura y larga pero con las herramientas adecuadas: buen asesoramiento, ideas imaginativas, interés, ganas… podremos ganar la batalla.

F.A