Las pensiones siempre han constituido un tema frecuente de debate. Pero en los últimos tiempos la crisis, unida al desempleo y a las declaraciones de Miguel Ángel Fernandez Ordoñez, gobernador del Banco de España, acerca de la posible desaparición del superavit de la Seguridad Social, han desatado de nuevo la polémica.
Es fácil entender que con el aumento de la población y de la esperanza de vida, haya que hacer cábalas para mantener el sistema público de pensiones. Es por este motivo que el Banco de España ha elaborado un documento, La reforma del sistema de pensiones en España, que ha sido enviado a la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso, y que ha servido de base para desatar la polémica, ya que propone entre otras medidas, ajustar las pensiones a la evolución de los precios de forma "estricta", es decir, descontando lo que sea menester si el IPC acaba por debajo de lo previsto.
No faltan como siempre opiniones en contra, como la del Ministro de Trabajo, que considera que en ningún caso se acabaría el superavit, o las de los sindicatos y Gobiernos, que consideran excesivamente alarmistas estas opciones.
Pero analicemos cuales son las causas que generan este problema:
Al aumentar el porcentaje de población mayor, las pensiones devienen progresivamente insuficientes para soportar el sistema de pensiones.
Una posible solución consiste en prolongar la vida laboral, de hecho el año pasado entró en vigor una reforma que premia a los trabajadores que siguen trabajando después de los 65 años aumentando en un 2 ó 3% cada año trabajado a mayores.
La media de edad de jubilación de los españoles se sitúa en los 62 años, ligeramente superior a la del la UE (61.2%).
En segundo lugar, el aumento de la esperanza de la vida, hace que los actuales pensionistas vayan a cobrar la pensión durante un número mayor de años.
Por último, en los últimos tiempos, con el aumento continuo de las cifras de paro, las cotizaciones a la Seguridad Social han disminuido notablemente, lo que se traduce en unos ingresos menores por parte del Estado.
No obstante, hoy día el problema más acuciante a resolver no serían las pensiones o el mercado laboral, sino restaurar el funcionamiento del sistema bancario, ya que tarde o temprano si continuamos con esta dinámica la recesión destruirá el superávit, sobre todo si tenemos en cuenta la opinión de expertos analistas que consideran que la economía española tardará más en recuperarse que las economías europeas
Por ahora las posibles soluciones que se plantean para reforzar los ingresos del sistema pasan por aumentar la edad de jubilación o aumentar el número de años de cotización necesario para el cálculo de la pensión, una tendencia que es compartida por toda Europa.
Ángeles
Es fácil entender que con el aumento de la población y de la esperanza de vida, haya que hacer cábalas para mantener el sistema público de pensiones. Es por este motivo que el Banco de España ha elaborado un documento, La reforma del sistema de pensiones en España, que ha sido enviado a la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso, y que ha servido de base para desatar la polémica, ya que propone entre otras medidas, ajustar las pensiones a la evolución de los precios de forma "estricta", es decir, descontando lo que sea menester si el IPC acaba por debajo de lo previsto.
No faltan como siempre opiniones en contra, como la del Ministro de Trabajo, que considera que en ningún caso se acabaría el superavit, o las de los sindicatos y Gobiernos, que consideran excesivamente alarmistas estas opciones.
Pero analicemos cuales son las causas que generan este problema:
Al aumentar el porcentaje de población mayor, las pensiones devienen progresivamente insuficientes para soportar el sistema de pensiones.
Una posible solución consiste en prolongar la vida laboral, de hecho el año pasado entró en vigor una reforma que premia a los trabajadores que siguen trabajando después de los 65 años aumentando en un 2 ó 3% cada año trabajado a mayores.
La media de edad de jubilación de los españoles se sitúa en los 62 años, ligeramente superior a la del la UE (61.2%).
En segundo lugar, el aumento de la esperanza de la vida, hace que los actuales pensionistas vayan a cobrar la pensión durante un número mayor de años.
Por último, en los últimos tiempos, con el aumento continuo de las cifras de paro, las cotizaciones a la Seguridad Social han disminuido notablemente, lo que se traduce en unos ingresos menores por parte del Estado.
No obstante, hoy día el problema más acuciante a resolver no serían las pensiones o el mercado laboral, sino restaurar el funcionamiento del sistema bancario, ya que tarde o temprano si continuamos con esta dinámica la recesión destruirá el superávit, sobre todo si tenemos en cuenta la opinión de expertos analistas que consideran que la economía española tardará más en recuperarse que las economías europeas
Por ahora las posibles soluciones que se plantean para reforzar los ingresos del sistema pasan por aumentar la edad de jubilación o aumentar el número de años de cotización necesario para el cálculo de la pensión, una tendencia que es compartida por toda Europa.
Ángeles
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