Juan, cansado de luchar contra los numerosos problemas cotidianos, terminó desmoralizado y dando la lucha por perdida. Su día a día se convirtió en una lucha David vs. Goliat y sus peores temores, e incluso aquellos que jamás había imaginado, se confirmaron: “el banco no me da nada, no tengo liquidez y no sé qué hacer. Mejor cerrar la empresa”
Aún sin saberlo, había encontrado la solución, derivando sus problemas a los profesionales que Círculo Gacela ponía a su disposición.
La clave estuvo en rehacer su contabilidad, elaborar un dossier financiero a 3 años y poner orden en su estructura económica, y por tener a una persona a su disposición dispuesta a escucharle y preocuparse por buscar soluciones a problemas teóricamente imposibles.
Amigos, no tiremos la toalla; es el momento de luchar contra Goliat y ganar la batalla.
APR&FA
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